Juguetes Pedagógicos de Peluche

Los peluches son esos fantásticos juguetes que los niños usan para dar rienda suelta a su imaginación, convirtiendo su habitación en escenarios de grandes aventuras. Pueden ser sus mejores amigos, sus superhéroes favoritos o sus personajes de dibujos preferidos los que los acompañen en sus horas de juegos. Pero, ¿Los peluches son solo juguetes?

Para nada, los juguetes desempeñan un montón de funciones más que las de ser simplemente un objeto de entretenimiento. Permiten desarrollar las habilidades motrices e intelectuales de los niños. Siendo por tanto una faceta muy importante durante el crecimiento. ¿Quieres saber cómo? Pues en este artículo te dejamos toda la información que necesitas.

Oso de peluche amoroso

Origen de los juguetes pedagógicos

Desde los orígenes de la humanidad se han usado objetos para entretener a los niños. Estos trataban de recrear la realidad de los tiempos que vivían, por lo que así iban adaptándose al futuro que les tocaría vivir. De esta forma desarrollaban sus gustos y su personalidad, recreando las situaciones que imaginaban y veían día tras día.

Estas son las primeras formas de juguetes iban evolucionando con el paso de los tiempos, ganando funciones y cualidades junto a su proceso evolutivo. No obstante, no es hasta el siglo pasado cuando aparecieron los primeros juguetes pedagógicos.

Hoy día vivimos un boom social que ha favorecido la aparición de un amplio abanico de juguetes educativos. Además, el auge tecnológico ha propiciado el desarrollo de nuevas formas de entretenimiento interactivo, que en muchos casos se han implementado en juguetes clásicos reformulándolos. Estos pese a estar pensados para los niños en más de una ocasión han logrado cautivar a los mayores, despertando al niño que llevamos dentro.

En esta era que vivimos tenemos la gran suerte de contar con muchos juguetes pedagógicos que colaboran en la educación de nuestros pequeños. Como padres queremos poder ofrecerle lo mejor para que sean la mejor versión de ellos mismos.

¿Los peluches son juguetes pedagógicos?

Los peluches son más que simples juguetes con los que pasar las horas de juegos. Esconden multitud de bondades dentro de ese tierno relleno, más de las que puedes imaginar. Colaboran en el desarrollo motriz e intelectual de los niños de múltiples formas, siendo por ello muy recomendado por los expertos.

Diversos estudios sugieren que los niños tratan de asociarle emociones y sentimientos a sus muñecos de peluche como una forma de exteriorizar sus pensamientos. Esto les permite a los niños explorar la complejidad de sus sentimientos. El poder jugar con peluches ayuda al desarrollo emocional, haciéndoles más fácil el poder expresar lo que sienten. ¿Cómo es posible todo esto?

Hemos reunido las que se han determinado como los principales efectos positivos que los peluches ejercen:

  • Ayudan a la independencia de los niños. El mundo puede resultar muy grande y dar miedo en muchas ocasiones para los pequeños. Puede llegar a sobrepasarles cuando no se sienten bajo la protección de sus padres o cuidadores, la cual les ofrecen sencillamente con estar cerca. Es aquí donde un amigo de peluche puede ayudar. Al establecer un vínculo emocional con estos juguetes pueden darles la confianza que necesitan para explorar el mundo que les rodea.
  • Descubrimiento y aprendizaje emocional. Como hemos comentado, los niños suelen explorar sus sentimientos a través de comunicaciones y juegos con sus peluches. Esta actividad lúdica les permite a ir afianzando sus emociones y comprender aquellas que son más complejas de procesar. Con el tiempo los niños podrán afrontar estas emociones y sentimientos de la forma que han normalizado con sus amigos de peluche.
  • Desarrollo motriz e intelectual. Durante las horas de juego, los niños hablan e interaccionan con los peluches. Esto les permite tener conciencia de sus propios movimientos, al tiempo que escuchan su voz y practican por si solos la mejor manera de expresar lo que quieren decir. El fomentar las habilidades comunicativas es muy importante durante la niñez y toda ayuda es bienvenida.
  • Aprendizaje de la conducta social. Las reglas y normas sociales son un asunto complejo que puede llegar a costarnos incluso como adultos. Es normal que los niños puedan tener dificultades para comprenderlas. Los peluches les brindan la posibilidad de prácticas e investigar estos obstáculos de diferentes formas, siempre en entorno seguro.
  • Comprensión y control sobre el mundo. Como hemos comentado, los peluches ayudan a practicar en un entorno seguro distintas situaciones de la vida real. Esto permite a los pequeños crear un sentimiento de confianza y comprensión del desarrollo del mundo. Así al jugar a las “casitas” se ponen en la situación de sus cuidadores, comprendiendo ese rol de la vida.
Jugando con peluches

Podemos ver como hay multitud de beneficios que pueden contribuir al desarrollo de los niños. No obstante, esto puede lograrse de múltiples formas. Entonces puedes preguntarte ¿Qué pueden tener de especial los peluches?

La respuesta es algo más sencilla de lo que puede parecer. Es la suavidad y ternura es lo que hace a los peluches acogedores compañeros de viaje. Este sencillo factor contribuye enormemente a todos los beneficios que hemos mencionado, porque no solo aprenden a comunicarse y comprender el mundo, sino que les enseñar a crear un vínculo emocional con el que compartir su felicidad mediante gestos cariñosos. Aprender la compasión, el amor y el cuidado de los demás es la enseñanza más valiosa que pueden transmitir los peluches.

Los peluches son un gran soporte emocional

Como hemos comentado los peluches tienen más funciones que las de juguete decorativo. Los peluches ayudan a los niños a sobrellevar la denominada “ansiedad de separación”. Esta ansiedad la desarrollan muchos bebés cerca de los seis meses, pudiendo durar hasta los dos años y medio aproximadamente.

La ansiedad de separación es un sentimiento que se experimenta cuando los niños se empiezan a separar de quien los cuida. Durante los primeros meses se establece un fuerte vínculo entre el bebé y su cuidador, habitualmente más con la madre ya que debe darle el pecho para alimentarlo. Cuando el bebé va tomando más consciencia se le comienza a dar poco a poco más libertad y espacio. Esto puede causarles inseguridad en muchos casos, siendo algo que tienen que superar para alcanzar su desarrollo emocional.

Para facilitar este proceso y ayudar a nuestros hijos, les dotamos de las herramientas que puedan ayudarlo. En este caso los llamados objetos de transición y objetos de apego, los cuales ayudan a superar estos momentos difíciles. Según e pediatra y psicoanalista inglés Donald W. Winnicott, estos objetos como los peluches pueden facilitar el paso de lugares seguros y conocidos como la casa a nuevos espacios como la guardería donde se encuentran con otros niños y cuidadores que no son sus padres o tutores.

Durante esta etapa es donde los peluches se ganan su renombre como objetos entrañables. Al ser un juguete tierno que conoce y asocia con su hogar, lo siente como familiar y le ofrece esa seguridad que necesita para enfrentarse a esa separación transitoria. Este factor psicológico hace que los peluches se conviertan en algo definitivamente bueno para los niños.

Valores pedagógicos de los juguetes de peluche

Existen multitud de valores que los niños pueden aprender y desarrollar cuando juegan e interaccionan con los peluches. Vamos a hacer un repaso de las habilidades beneficiosas más importantes que los peluches pueden ofrecer.

Habilidad manual. Esta habilidad se comienza a desarrollar a muy temprana edad, aproximadamente a los 6 meses y es a partir de los 6 años ya son capaces de generar movimientos precisos con las manos. Desde ese momento los niños empiezan a coger objetos y a realizar movimientos voluntarios sobre ellos. En este periodo de tiempo, los juguetes les ayudan a ir perfeccionando los movimientos durante las horas de juego.

Motricidad Global. Ahora nos referimos al control general de todos los grupos musculares del cuerpo. Estos son los movimientos básicos: gatear, andar, saltar y correr entre otros. No hace falta decir que los juguetes pueden fomentar todas estas actividades de distintas formas, como puede ser dar saltos de alegría junto a tu peluche. Estas sencillas acciones van contribuyendo al desarrollo de nuestras habilidades motrices.

Coordinación. La coordinación es una habilidad muy importante de desarrollar y se basa principalmente en la capacidad de realizar distintas acciones de manera simultánea u ordenada. Con esto el pequeño comienza a asociar los distintos sentidos a una misma actividad (el juego en este caso). Un ejemplo sería la coordinación ojo-mano, el peque podrá coger objetos teniendo en consideración la distancia que los separa o lanzarlos a un punto que desee.

Osos de peluches leyendo

Capacidad de comunicación. La comunicación ha sido esencial para el desarrollo de la humanidad es por ello importantísimo fomentarlo todo lo posible. Esto permite la comunicación con los demás, facilitando que los peques puedan ir aprendiendo poco a poco a conocer el mundo que nos rodea. El lenguaje puede ser verbal o no verbal, siendo ambas formas igual de importantes.

Los peluches participan de forma muy activa en esta capacidad, ya que a través de los juegos los niños van a interactuar con los peluches fomentando su comunicación. Esto les permite explorar la mejor vía para hacerse entender ya que recrean las cosas que han ido aprendiendo.

Imaginación. La imaginación es un proceso creativo que nos permite trabajar con la información y nuestros pensamientos para generar una imagen conceptual. La imaginación está muy ligada a la inteligencia y la capacidad creativa de las personas. Por este motivo es importante fomentar esta capacidad desde una temprana edad.

Cuando los pequeños están jugando con los peluches hacen mucho uso de la imaginación para crear aventuras y dotar de sentimientos y habilidades a sus compañeros de juegos. Están recreando imágenes, sonidos y experiencias que han vivido o incluso creando nuevas. Es algo sumamente maravilloso, ya que ganan una experiencia práctica para el mundo real que no podemos medir.

Estimulación sensorial. Es fundamental durante los primeros años el desarrollar los sentidos de los pequeños. Esto les permite tomar conciencia de su entorno, ganando orientación espacial y la comprensión de la causa-efecto. Muchos peluches fomentan esto a través de colores, sonidos y otros elementos interactivos.

Afectividad. Los sentimientos son muy complejos de comprender incluso para nosotros los adultos. Los peluches brindan la posibilidad de exponer esos sentimientos durante la interacción de “otra persona”, ayudándolos a comprender poco a poco esas emociones. El vínculo que se puede generar con un peluche puede enseñarles lo importante que pueden ser los demás enseñándoles valores como el respeto y la afectividad.

Conclusión

La niñez es una etapa muy importante de la vida. Durante este tiempo los niños aprenden las habilidades más esenciales, así como valores morales que determinan su personalidad. Está en nuestro deber el reforzar positivamente este desarrollo para que puedan alcanzar su máximo potencial

Existen multitud de razones por las cuales los peluches puedan ser beneficiosos para los pequeños. Solo hemos expuesto las principales, pero de forma secundaría influyen de muchas otras formas. Por eso queremos concienciar sobre las bondades de estos adorables juguetes.

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